El Castillo de Cadrete, declarado Bien de Interés Cultural (BOA n° 57, de 22/5/2006), es objeto de una intensa campaña de restauración que comenzó a principios de mayo de 2011. La intervención, promovida por el Ayuntamiento de Cadrete y enmarcada en las ayudas del Ministerio de Fomento del "1 % Cultural", cuentan con un presupuesto que asciende a 1.134.342,74 €. La obra ha sido adjudicada a la empresa especializada Cyrespa Arquitectónico S.L., estando fijada su terminación antes del 25 de febrero de 2014.
El Castillo de Cadrete se ubica al Este de la localidad de Cadrete, sobre un espolón que controla el valle del Huerva, en las primeras estribaciones de los barrancos yesíferos de La Plana y Las Almunias. La torre es el edificio emblemático de esta fortaleza medieval y se caracteriza por estar compuesta de dos torres, una interior y otra exterior, que forra los lienzos de la interior, más antigua.
El Castillo de Cadrete se ubica al Este de la localidad de Cadrete, sobre un espolón que controla el valle del Huerva, en las primeras estribaciones de los barrancos yesíferos de La Plana y Las Almunias. La torre es el edificio emblemático de esta fortaleza medieval y se caracteriza por estar compuesta de dos torres, una interior y otra exterior, que forra los lienzos de la interior, más antigua.
Desde su abandono en los siglos XVI-XVII el conjunto ha sufrido un continuo proceso de ruina hasta desembocar en una fase crítica que hacía peligrar la conservación de la propia torre, que incluso sufrió el derrumbe parcial de su muro exterior. Semejante situación provocó un movimiento vecinal a favor de la restauración del castillo y, finalmente, las gestiones encaminadas a su restauración.
El proyecto de intervención, elaborado desde estudio BAU, por el arquitecto Javier Borobio Sanchiz, con la colaboración de José Luis Ona González, persigue la excavación arqueológica selectiva de los recintos, la consolidación general de muros con técnicas apropiadas y, como actuación más importante, la restauración integral de la torre, devolviéndole su aspecto anterior a la reciente ruina y su accesibilidad, de modo que se puedan visitar sus estancias y utilizar como atalaya privilegiada su planta almenada.
Los trabajos de los primeros meses han consistido, tras mejorar los accesos, el acopio de materiales y la dotación de agua corriente, en el recalce de muros inestables y en la realización de excavaciones arqueológicas. Las excavaciones, realizadas por la empresa Qualcina, a cargo de los arqueólogos Rosa Mª Lóscos Pastor y E. Javier Ibáñez González, se han centrado fundamentalmente en el recinto superior, incluido el foso, más algunos sondeos en los recintos intermedio e inferiores. Su interés es doble: por un lado han exhumado en gran medida la planta de la última fase del castillo, detectando la existencia de fases anteriores, tanto de época cristiana como de los primeros momentos de uso, de adscripción cronológico-cultural andalusí. Y por otro lado, han permitido recuperar un estimable lote de materiales, fundamentalmente cerámicos, que ayudan a ajustar la cronología de la fortaleza y sus distintas fases de construcción, uso y abandono.
Destaca especialmente la Idealización de la rampa y puerta de acceso al recinto superior. En la excavación en extensión del recinto superior se ha puesto de manifiesto que los diferentes espacios o estancias se distribuyen en torno a un patio central en el que se situaba el aljibe. Se ha identificado la capilla de San Miguel, citada en las fuentes escritas, la cual conserva un banco corrido; se han exhumado la escalera con diferentes fases de construcción que daba acceso a la torre y la escalera de caracol que servía de comunicación entre los recintos intermedio y superior; y otras estancias de interés en estos últimos recintos. Por otro lado, la actuación en el foso ha proporcionado el conocimiento de su estratigrafía y la existencia de estructuras en el mismo y a su vez ha permitido acometer el recalce y restauración del lienzo que delimita el recinto superior por su lateral Sureste.
De forma paralela a la excavación y consolidación/restauración del conjunto se cuenta con la colaboración del documentalista Héctor Giménez Ferreruela que se ocupa de recopilar y estudiar la documentación histórica con referencias al Castillo de Cadrete.
Los trabajos se centran ahora en la restauración de la torre y en la paulatina consolidación de muros, incluidos los recientemente descubiertos. Ya se han iniciado los trabajos de restauración de la rampa de acceso, del muro oeste de la capilla de San Miguel y de la torre. Asi, poco a poco, se irán completando los objetivos plasmados en el proyecto. (Revista Noticias de Cadrete, Ayuntamiento, nº15 (2012))
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