viernes, 24 de junio de 2011

Las yeserías

La decoración en cuestión consistía en un marco de lacería con dos volutas que se entrecruzaban y formaban un rectángulo o marco en la parte alta de cada una de las cuatro paredes. Los nudos son de tipo romboidal y en el caso de la pared S queda la huella de una placa cuadrangular que se situaba en el centro del marco. Esta decoración se colocó antes de la construcción del techo abovedado ya que sobre el marco quedan restos de la argamasa sobrante del encofrado de la bóveda. El trabajo final es tosco e irregular pero ofrece un aspecto ornamental insólito en las atalayas aragonesas.




Se trata de un marco de lacerías realizadas en listones de yeso de gran belleza y singularidad. Para la colocación de este marco, primero se realizó un pautado esgrafiado sobre el enlucido de yeso de la pared y se practicaron pequeños desconchones en forma de cruz en la superficie donde se iba a adherir el marco. Para confeccionar dicho marco se moldearon unos listones rectangulares en yeso de unos 7 cm de ancho por 3 cm de alto y se colocaron por su parte más ancha sobre el pautado adaptándolos a la irregularidad de las paredes. Posteriormente, con una tablilla o utensilio plano y cuando el yeso todavía estaba fresco, se grabaron los contornos de las volutas y los nudos que formarían las lacerías.



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